I love a
good biography every now and then as I’m always eager to know about other
people’s lives and actually learn something from them, and when I came across Yo, discapacitado, I started reading
straight away.
Alfredo Quintana
Machín, who was born with spina bifida, invites us to be part of his life
through his story. He’s got a degree in Law and in journalism and is more
active than the average person; his disability hasn’t stopped him from
achieving what he wanted in life. In the pages of Yo, discapacitado, he talks about some topics such as the need to
be as independent as the disability allows, about overprotection, sex, the need
and right to have a job, euthanasia or abortion, among many other topics,
always from his point of view. He also talks about the advantages that being a
disabled person has, because it has its advantages as well.
Yo, discapacitado is not currently available in English but if
you are able to read in Spanish, I recommend reading this - kind of - biography
as I think we all can learn plenty of things from disabled people and their way
to face life. You can acquire it here: https://www.chiadoeditorial.es/libreria/yo-discapacitado Enjoy!
Soy una amante de las biografías, y es que me encanta saber
cómo la gente vive sus vidas y aprender de todos los que me rodean, y de los
que no. Así que cuando Yo, discapacitado
cayó en mis manos, no tardé mucho en ponerme manos a la obra y empezar a leer.
No se considera una biografía como tal, o al menos no en el sentido más
estricto de la palabra, pero sí cuenta en cierta manera la historia de Alfredo
Quintana Machín, licenciado en derecho y periodismo, y amante del deporte, que
nació con espina bífida. Y he de adelantar, que gracias a las palabras e
historias de Alfredo, mi concepción de las personas con discapacidad ha
cambiado.
Alfredo nos invita a formar parte de su vida con su relato y
se propone que entendamos que cualquier tipo de persona discapacitada es
precisamente eso, una persona con las mismas necesidades, derechos y deberes
que tenemos cualquiera. En las páginas de su libro nos habla sin tabúes de
muchos temas desde su punto de vista personal. Entre otros, nos habla de la
necesidad del discapacitado de ser tan independiente como se pueda, teniendo en
cuenta siempre el grado de discapacidad de cada caso (sí, sé que discapacitado, y sobre todo minusválido, es una palabra un poco tabú
y que a Alfredo, y a muchos otros no les gusta, pero la utilizaré para evitar
demasiada repetición de persona con
discapacidad, ¡perdón!), también de la sobreprotección que estos sufren por
parte de familia, amigos y desconocidos, y es que a la larga no es bueno para
estas personas, ya que cuando sus sobreprotectores falten, se verán desamparados.
Otro de los temas sobre los que escribe es el sexo, porque cuando he dicho que
las personas discapacitadas tienen las mismas necesidades que todos, me refiero
a TODAS las necesidades. También del derecho a trabajar, ¿y es que quién no se
siente útil al ser más o menos independiente y desarrollando una función?, o de
la eutanasia y el aborto, aunque sin meterse demasiado en estos dos últimos
temas, ya que como él mismo dice, son temas muy personales y en los que las
condiciones y circunstancias de cada caso lo son todo.
Además, nos habla de las ventajas que tiene ser
discapacitado, porque como en todo en esta vida, también tiene su parte buena.
Y es que Alfredo no sería quien es y no habría hecho todas las cosas que ha
hecho (que no son pocas precisamente) si no hubiese nacido con espina bífida.
Nos habla de la tarjeta acreditativa del grado de discapacidad, que como bien
indica el nombre, informa del grado de discapacidad que se sufre y da ciertos
privilegios; a la hora de aparcar, entrar a ciertos lugares como parques de
atracciones, etc. o de las plazas para puestos públicos reservadas para
discapacitados, que suelen tener menor números de candidatos y por lo tanto
bastante menos competencia, entre otras cosas.
En definitiva, lo que pretende Alfredo con su primer libro
es, y utilizando sus propias palabras; “desmitificar la percepción que tiene la
sociedad de que las personas con discapacidad somos seres, por decirlo de
alguna manera, inertes y carentes de vida” y reivindicar una igualdad que,
aunque se intenta conseguir, hoy en día no es real. Y es que todavía hay que
seguir rompiendo las barreras, que podríamos decir que es precisamente la banda
sonora de este libro, ya que durante la presentación de éste se pudo escuchar
la versión acústica de la canción Rompiendo
las barreras del grupo aragonés Capitán, que acompaña perfectamente al
mensaje de este libro, y que fue sin duda uno de los momentos más emotivos de
la presentación del libro en Zaragoza, ciudad natal del autor.
Y, sin nada más que añadir a costa de aburriros, os invito a
conocer un muy interesante punto de vista sobre los muchos temas de los que el
libro trata, y a entender un poquito mejor y aprender de las personas discapacitadas
con Yo, discapacitado. Podéis haceros
con un ejemplar en https://www.chiadoeditorial.es/libreria/yo-discapacitado
y espero que lo disfrutéis y aprendáis tanto como yo he hecho.
Sandra M.
El Diario de Juno
- 28.10.15
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